Tras las vacaciones de verano muchas personas regresan a la rutina con una energía que aviva la llama de planes e ideas que surgen en ese estado de relajación que han tenido durante días.
 
El reto para muchas de ellas reside en mantener una motivación tal que permita acometer a lo largo del tiempo las dificultades que surjan para conseguir los sueños que se han marcado.
 
¿Qué te parecería que llegara el día en el que tuvieras la libertad de decidir si quieres trabajar o no? Es decir, trabajar por placer y no por obligación…
 
Ese día será el día en el que alcances la Libertad Financiera, es decir, el día en el que tengas una combinación de ingresos pasivos y ahorro tal que te permita hacer frente a tus gastos mensuales sin tener la obligación de asistir a un trabajo. En menos de una década cualquiera puede ser libre financieramente a través del ahorro, la inversión y la especulación.
 
Este es el sueño de muchas personas. Si también es el tuyo, te animo a que lo alcances. Es en los pequeños detalles y en convertir en hábitos esos pequeños detalles donde está la clave para conseguir esa independencia financiera.
 
Y es aquí donde cobran sentido los regalos navideños en pleno verano…
Estamos terminando las vacaciones y en unos meses comenzarán todas las empresas a trabajar a pleno rendimiento en la campaña de Navidad. En caso de que seas de las personas que compran regalos de Navidad, una excelente forma de ahorro es anticiparte a los momentos en los que las compañías esperan que compres.
Una buena preparación garantiza el éxito de un trabajo: prepara tus compras navideñas durante todo el año.
Infórmate sobre los regalos que quieren las personas de tu entorno e investiga ahora que nadie lo hace. Al disponer de tanto tiempo, puedes comparar precios y esperar el momento apropiado en el que encuentres lo que buscas al mejor precio. Al hacerlo fuera del momento en el que esperan que compres, los precios no están ajustados para aumentar los márgenes.
Actuar proactivamente en lugar de reactivamente también supone un ahorro de energía. Aunque inviertas tiempo en analizar las compras, al hacerlo con margen de actuación, te anticipas a un evento que de forma voluntaria has decidido vivir, pero que si dejas para el último momento, puede suponer una carga mental y estrés tales que te resten energía.

No obstante, siempre hay riesgos que hay que minimizar. En este caso, al comprar con tanta antelación, debes asegurarte que la devolución de tu adquisición se pueda realizar cuando llegue al destinatario, que será durante la Navidad. Para ello, son claves el acierto en el detalle y disponer de la garantía de que se puede devolver una vez llegue al receptor del regalo.

Teniendo en cuenta estos riesgos, comprar los regalos de Navidad en pleno verano supone preparación, observación, así como un ahorro de dinero y energía notables.

¡Espero que hayas disfrutado tus vacaciones de verano y que avances hacia la Libertad Financiera!

Esmeralda Gómez López

Especialista en Libertad Financiera - Analista Estratégico en Banca Digital - Escritora - Pintora

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